Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática

Vamos a diseccionar, con la precisión de un sonámbulo, estas 10 estrategias descritas allá por 1979 por el lingüista, filósofo y activista, Noam Chomsky. Dichas estrategias estuvieron en poder del Gobierno, que los conservo ante posibles amenazas.

1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”. Hoy, el día que Irlanda accede finalmente a la ayuda económica de la UE para evitar su quiebra se produce el mayor ataque de Corea del Norte a Corea del Sur desde el armisticio de los años 50. Sin embargo, mientras nos atemorizan con derrumbes financieras y potenciales guerras nucleares, la UE también lleva a cabo una dura campaña contra la inmigración ‘ilegal’ desempleada, que engloba tanto el temor económico de las clases medias del viejo continente como el temor a un aumento de la tensión bélica en un mundo mediáticamente militarizado en todos los continentes.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos. Claro ejemplo del apoyo popular que las medidas racistas de Sarkozy en relación con la población gitana le han hecho aumentar una popularidad que tenía tocada desde el escándalo L´Oreal

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento. La crisis financiera se soluciona con recortes sociales, especialmente en sanidad, educación y pensiones. Nos apretamos el cinturón. Curiosamente, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (que se supone debía controlar los excesos financieros) cobra:165.026 euros al año. El gobernador del Banco Europeo, Jean Claude Trichet, cobra aún más: 360.000 euros al año

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”. Las cadenas de televisión nos llenan los ojos de expertos en todo tipo que nos explican las catástrofes y problemas sociales con un lenguaje maniqueista y demagógico: Sólo pienso en la Campaña electoral en Cataluña y el juego Alicia Croft

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos… http://www.youtube.com/watch?v=y-nJ5d5IXkE

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto. La Estrategia Esteban

9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución! En vez de paralizar el país (HUELGA FRACASADA) por los atropellos del poder, nos pegamos por las migajas del pseudoestado de bienestar, así como contra l@s que consideramos enemig@s:

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos. SIN COMENTARIOS

Regalos

No necesité despertador. La ligera claridad de la mañana fría de febrero abrió mis ojos. Un nuevo amanecer. Preparé el desayuno con dedicación, con mimo apasionado. Desperecé los músculos agarrotados de la noche mientras escuchaba la radio. Un poco después, me dispuse a salir. La bicicleta estaba dispuesta. Rodé y rodé. Pedaladas de aire. Mezclado entre la naturaleza y el asfalto, pensé en regalos de cumpleaños. Regalos que harían de este día algo realmente especial, único. Regalos sin Valentín.

Me gustaría que me regalaran personas en las que confiar. Me gustaría que cada una de ellas encuentre un hueco en su ajetreada vida para el amor, la amistad, la solidaridad… Desearía que me regalaran citas en las que compartir un vino entre risas y conversaciones intrascendentes que se convierten en memorables charlas de café o sofá. Que se regalaran vidas sin stress. Que disfrutaran de los pequeños detalles que hacen de la vida algo único e irrepetible. Un amanecer, un banco en el parque en invierno, un sonido de agua, paseos en bici. Regalos en forma de brisa de aire puro cargado de domingo. Os pido eso.

Regalaos una vida sin sentimientos de culpa. Una vida de victorias y derrotas, sin reproches. Un vaso de zumo recién exprimido de aciertos y fracasos, sin tristeza añadida. Una mirada furtiva, una caricia, mil besos y veintiocho abrazos de amistad y cariño. Esos son regalos.

Sigo pedaleando y pienso que me voy a regalar energía para seguir adelante. Me regalo nuevos amaneceres en los que brille la esperanza de cumplir sueños, de romper barreras y saltar obstáculos. Me regalaré desayunos sin paroxetina. Tardes de cine. Viajes en metro con libro incorporado. Deporte, salud y madrugones de fin de semana. Música relajante en la penumbra de mi pequeño refugio. Me regalo eso y mucho más, porque son sólo 28. Por último me regalo este vino tinto de cumpleaños, en los que estas líneas os acarician el alma y me acercan a vosotr@s.

Acorralado

00.32h. Vagón de metro. Línea 10. Dirección Puerta del Sur. Un libro de Murakami. A la izquierda, un borracho lanza compulsivamente una moneda al suelo. Cara, cruz, cara, cruz…A la derecha, reggaeton martilleando desde el móvil de otro personaje. 10 minutos de viaje. Ningún respiro. En un momento, pienso en la vida. Cierro el libro, después los ojos. Los sonidos se mezclan. Me pierdo en el tunel. Próxima parada: Casa de Campo. Guardo el libro. Bajo del tren. Aguanto la ira. En la calle llueve. 5,4,3,2,1…¡Boom! El vagón ha volado en mil pedazos bajo mis pies. Oigo gritos. Al poco, sirenas. Sólo dos víctimas. Libre.

El jardín de Luttre

Una ventana entreabierta. Pasaje entre espacios, entre sueños. Una caricia de Eolo dispersa el aroma de la campaña por el interior de la gran casa de piedra. El robusto cerezo mira hacia el interior. Su corteza observa desafiante mientras escurre resina de Valonia. Es mi momento. Abro la pequeña puerta corredera y salgo al exterior. Respiro la vida que trascurre en aquel jardín, donde la vegetación torna la primavera en otoño, rompiendo los códigos. Colores pastel se funden con el frescor de la mañana. La música de Jean Ferrat sale de mi pequeño laptop hacia el exterior, mezclándose con la brisa, con los olores, con las hojas rotas del otoño y conmigo mismo, perdido en el pequeño parterre. Cierro los ojos. Oigo a Nellie bajar de la habitación. Ha despertado. Vuelvo al interior, dejando en el jardín un pedazo de mi alma. Enterrando junto al cerezo mi corazón.

Carrera

Tensión muscular. Ritmo constante. Frío penetrante que inyecta energía al corazón. Mirada perdida en el asfalto. Melodías en modo ‘random’ que posponen el cansancio. Sudor que se evapora con los primeros rayos del amanecer. Más frío y soledad en el escenario urbano. Coches, autobuses, motocicletas y transeuntes duermen. Mi corazón late con más fuerza. Mis piernas reciben oxígeno mientras mi pensamiento se pierde en la música. 32 minutos de huída hacia delante. Primera hora de la mañana de un domingo cualquiera: jogging urbano